5 propuestas irresistibles para el Día del Café

Aumenta la atención, ayuda a mejorar el estado de ánimo y quita el sueño solo con olerlo. El café se ha convertido en una bebida imprescindible para muchos: tanto que tiene su propio día internacional. Para celebrarlo, cinco establecimientos de Marineda City nos recomiendan su mejor café para disfrutar con los cinco sentidos. ¿Te apuntas?

  •  A Terraciña. ¿Qué te parecería celebrar el Día del Café con un capuchino totalmente personalizado? Esto es lo que nos proponen en A Terraciña: mañana, martes 29, de 17 a 20h, podrás disfrutar de un café decorado exclusivamente para ti por un barista profesional de Café As Candelas. ¡Nos encanta la idea!
  •  La Piadina. Carlos, encargado de La Piadina Riminese, no duda en recomendarnos el café de la casa: el capuchino riminese: café, crema de leche, cacahuete crocanti y deliciosas virutas de chocolate que se funden con el café. El secreto, nos cuenta, “como en todo buen capuchino, está en la crema”. ¡Perfecto para una tarde de relax con los amig@s!
  •  Il Buon Gusto. Una base de whisky y Tía María, seguido de un espresso y coronado con una nube de nata montada azucarada. Con este delicioso combinado nos invitan a celebrar el Día Internacional del Café en Il Buon Gusto. ¿Suena bien, verdad? ¡Pues mejor sabrá!
  • Más que bueno. Los compañeros de Más que bueno, que recientemente ha estrenado una zona para disfrutar de su deliciosa bollería acompañada de los mejores grands crus de Nespresso, nos sugiere dejarnos conquistar por el floral y refrescante Lungo Leggero, una delicada mezcla de Arábicas con notas suaves de jazmín. Para acompañarlo, nada mejor que un mini croissant recién hecho: desde los más clásicos, bañados en chocolate blanco y negro, hasta originales propuestas rellenas de manzana o dulce de leche. ¿Con cuál te quedas?
  • La Bottega Café. Desde la plaza central de Marineda City, La Bottega Café nos a invita a viajar con el gusto y el olfato a las calles de Italia con un capuccino elaborado con una base de espresso, una capa de cacao amargo, leche cremada y un suave toque de canela. Un clásico atemporal que bebe de la más pura tradición italiana y que toma su nombre del hábito de la orden fundada en el siglo XVI por Ludovico Fossombrone.